miércoles, 10 de marzo de 2010

Iglesia Católica, religión caótica en medio del cinismo


Arturo Jiménez

Que fácil fue hacerse de oídos sordos ante el problema que enfrenta la jerarquía católica internacional por casos de pedofilia y luego simplemente decir "lo siento". 
Interesada sólo en el dinero que genera el dogma de fe, el Vaticano defiende el desempeño de la jerarquía católica del Viejo Continente frente a estos escándalos que sacuden a Alemania, Irlanda, Austria y Holanda, y recordó que se trata de un fenómeno que afecta a toda la sociedad.
Revelando que el bienestar espiritual y moral de sus feligreses y creyentes a nivel mundial en realidad importan un pepino y sólo les interesan sus aportaciones para mantener privilegios de la Puta de Babilonia, en una nota divulgada, el vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, reconoció “la gravísima cuestión de los abusos sexuales de menores en instituciones administradas por entes eclesiásticos” y a la vez elogió la “determinada y rápida” respuesta de las iglesias locales, lo que suele ser desmentido y reprochado por familiares y víctimas.
Las denuncias en Irlanda, Alemania, Austria y ahora Holanda, que suman más de 500 casos y abarcan largos períodos, han conmovido a la sociedad tras haber conocido los testimonios de muchas víctimas de abusos cometidos en los últimos 30 a 40 años.
Las primeras denuncias en Holanda, un país poco católico, por abusos de sacerdotes de la orden salesiana en el último medio siglo, inquietan a la opinión pública, por lo que las autoridades eclesiásticas decidieron este lunes abrir una investigación.
La ministra alemana de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, instó ayer a la Iglesia católica a pagar indemnizaciones a las víctimas de los abusos sexuales a menores cometidos por religiosos de diferentes órdenes.
Los casos de pedofilia de sacerdotes se han extendido a numerosos países después de que estallaran hace 10 años en EE. UU. y sucesivamente en Australia, donde la Iglesia católica ha tenido que pagar millones de dólares en indemnizaciones a las víctimas.
Ahora, el catolicismo es una religión que predomina en regiones del Tercer Mundo, ahí, donde la ignorancia y la pobreza son caldo de cultivo para mantener presencia y controlar conciencias con recompensas más allá de la vida terrenal, ahí donde es más valioso ser pobre, ignorante y miserable que próspero y con acceso a la educación crítica y plural.
En México, cada vez más salen a la luz pública hechos vergonzosos de la vida privada del Padre Marcial Maciel, fundador de la congregación Los Legionarios de Cristo, quien según habría sexualmente de sus hijos mexicanos, como denunciaron éstos al revelar que la alta jerarquía de la legión conocía de su existencia.
En entrevista radiofónica con la periodista Carmen Aristegui, los hijos de Marcial Maciel, José Raúl, Christian y Omar González Lara, así como quien fuera su pareja por 25 años, Blanca Estela Lara Gutiérrez, narraron, por primera vez públicamente, parte de la doble vida del fundador de la congregación religiosa más poderosa de la Iglesia católica en las últimas décadas.
En 1997 a través de la revista Contenido que publicó un reportaje de los abusos sexuales de Marcial Maciel, comentó Blanca, fue cuando se dio cuenta de la verdadera identidad de su pareja, quien siempre le mintió y le decía que era representante de una empresa internacional, detective privado y agente de la CIA; sin embargo, le creyó que era mentira lo publicado y una conspiración para sacarlo del Vaticano, incluso hasta rezó por él.
En días recientes, un amigo y colega opinaba en Facebook que ya lo dejaran “descansar en paz”. Los delitos de este personaje, en consecuencia Delincuente, son de una profunda “maldad” que trasciende el ámbito del dogma religioso
En su momento Norberto Rivera, Juan Sandoval Íñiguez y Onésimo Cepeda lo defendieron a capa y espada y retaron a medios de comunicación y señalaron poderes oscuros para debilitar a la Iglesia Católica. Incluso, desde el Vaticano, Karol Wojtyla (Juan Pablo II) impidió que más elementos se dieran a conocer y se convirtió así en su protegido ya que la congregación de Maciel contribuía generosamente a la Santa Sede con recursos financieros.

Si investigar y sacar a la luz de la opinión pública es no dejarlo descansar en paz, entonces no debe haber tregua con sujetos como Maciel aun después de su muerte. Basta de permitir que la Iglesia Católica y sus representantes gocen de impunidad moral y política, puesto que los que permiten que los atropellos adentro de dicha institución y las autoridades civiles de este país del NO PASA NADA se convierten automáticamente en encubridores y cómplices. La católica es una religión caótica que pierde adeptos gracias a sus tropiezos y encubrimientos que por siglos ha realizado impunemente.
Opinión basada con información de Agencias

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